Otra noche más en que, como todas las anteriores desde hace unos meses, tengo ganas de soñar en ti. El reflejo de la luna en la ventana y el brillo de mis ojos que se pierden en la distancia, buscándote. En cada estrella un motivo diferente para quererte. Y en cada motivo, un millón de ganas de seguir creando los motivos que me lleven a quererte todas las noches de mi vida, mientras las estrellas permanezcan en el cielo, siempre.
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