martes, 12 de marzo de 2013

En el horizonte.

Con la mirada allí, a lo lejos; lo más perdida posible buscando encontrar el fin de lo desconocido; o quizás el inicio de todo aquello que quedo por imaginar. Y allçi, en la nada, en el vació más profundo de lo inmenso del universo, saber que vas a seguir estando tú. Tú, en la soledad, esperándome. Tú dispuesto a creer que esa nada lo es todo simplemente por estar los dos. Sin necesitar más para alcanzar lo perfecto. Y que allí todo tuviese el sentido único que vale en las cosas: el de los sentimientos. Que nuestro mundo lo moviese la razón de sentirse unido al otro sin nunca querer separarse. Y que éste sólo girase cada vez que diésemos un paso atrás. Así, poder entonces disfrutar de cada momento como si fuera eterno; sabiendo que mientras fuésemos los dos juntos compartiéndolo, no dejaría nunca de serlo. Y que la diferencia entre un instante y otro lo marcásemos nosotros con el paso de una caricia a un beso. Tendría entonces el tiempo el valor de nuestra felicidad, y esa sería infinita: sin separarnos, sin tener que pasar un segundo en la distancia del otro. Porque sólo cuando no estás, es cuando pienso en ese otro mundo que es éste. Éste en donde ni siquiera cabe una milésima parte de mis ganas de construirlo contigo. ëste donde no puedo guardar todos mis sueós a tu lado porque simplemente no hay cifra posible para poder contarlos. Éste en el que inventaría demasiadas formas de volver a crearlo contigo. Y hacerlo aún así; porque simplemente tú formas mi mundo. Y tu mundo, el nuestro que es el único mío, es la burbujita de felicidad absoluta en la que siempre quiero estar.

El amor contigo.

Reir. Llorar. Hartarte de pensar en lo mismo las 24 horas del día. Imaginar a cada segundo como será el momento de verle, de estar con él. Y pasarte media vida buscándole en todos los rincones. Que con cada cosa que hagas tengas un motivo más para necesitar compartirlo con alguien. Sentir que te falta algo para que quieras seguir creyendo que los buenos momentos existen, y que ésto es así porque alguien a tu lado hace que sean vuestros. Sólo tuyos y de él. Y que nadie más puede entender lo que significan de la misma forma. Buscar todo eso y más simplemente por saber lo que es querer; por necesitar sentirse querido. Y esto sabiendo previamente que, antes de llegar a ese momento, debes pasar por otros muchos no tan agradables. Porque todo en la vida requiere de algo, y más el amor. Ese sentimiento perfecto tan difícil de alcanzar en toda su perfección. El único capaz de hacerte soñar plenamente, y que no importa si es día o noche porque pese a todo sigues siendo incapaz de dejar de hacerlo. La fuerza que te hace creer que la magia de verdad, y que se puede llegar a sentir en toda su magnitud. Lo más transparente de una persona y también su parte mas vulnerable. Aquella que esta por encima de todo porque simplemente vale más que cualquier cosa quizás imaginada. La que te hace creer en las palabras y la que hace también que éstas signifiquen lo más bonito nunca escrito, lo más sincero. Y escribir y decir con el corazón; como ahora, como siempre desde que gracias a ti, sé lo que es el amor de verdad.