lunes, 29 de abril de 2013

En tu mirada

Soy incapaz de mirarte a los ojos y no sentir debilidad hacia ti. Totalmente valiente para hacerlo y dejarme caer de nuevo en lo que supone rendirme así ante todo lo que significas. Y demasiado realista al decir que sé que esto será siempre como ahora. Que sé que yo,la misma que no deja de mirarte,nunca va a aprender a no hacerlo. Porque tú siempre estarás aquí,cerquita mío,y mis ojos siempre serán tan tuyos como en ese primer momento. Pero no te mirarán como entonces. Como cuando aún no sabía cada uno de tus sentimientos con sólo crear el instante en que nuestra mirada se cruzase. Como cuando todavía evitaban encontrarse con los tuyos por miedo a tener que alejarse de ellos en algún momento. Te mirarán ahora de frente,sin secretos. Como justamente después de ese primer momento,pero más intensamente. Con todo lo profundo de mirar a alguien que te hace sentir inmensa sólo con sus ojitos. Con lo impactante de sentirte dentro de ellos dos segundos después. Y lo pequeñito de encontrarte allí,ante lo más bonito que se haya podido desear. Y recorrerlos fijamente una y otra vez para descubrir lo verdadero. Esa puertecita hacia otro mundo más perfecto en el que no hay otra palabra que valga si no es la que no se dice,pero se siente sin límites. Cruzarla a cada momento para no perder nunca la luz que me guía,a mí,la misma que sigue y seguirá sin dejar de mirarte.

miércoles, 3 de abril de 2013

En nuestra cama

A veces sólo quiero tenerte conmigo. Aunque no me mires,aunque ni siquiera sepas que me tienes al lado. Aunque no seas consciente de que estoy ahí,pensando más en ti que en mi; sintiéndote de una forma que va más allá de lo que se puede ver. Realmente no se ve. Está en mi interior esa necesidad de que estés así conmigo,y de seguir queriéndote así también. Quererte con sólo mirarte; sabiendo que de tu tranquilidad depende la mia y que esa tranquilidad que siento entonces es la de los dos. Poder estar segura en ese momento de que estás bien: de que ahora sólo eres feliz porque sólo así puedes serlo mientras dependa de mi. Y apretarte fuerte contra el pecho y sentir tu respiración serena,tu tacto suave y cuidadoso,y ese abrazarte a mi que me hace saber que en ese momento soy toda tu paz. Y mi paz también al acercarme cada vez más a ti,al conseguir adentrarme poco a poco en cada parte de tu ser,del ser más perfecto del mundo y aquel al que quiero pertenecer por siempre.