lunes, 11 de junio de 2012

Y ahora puedo respirar bajo el agua...

nunca me sentí tan bien...nunca tuve esa necesidad de estar con alguien continuamente, de sentir simplemente el calor de tus abrazos y la dulzura de tu piel. Nunca antes alguien había hecho tanto de un sólo día a su lado. Nunca quise capturar los instantes de felicidad como ahora; porque simplemente, nunca antes había sido tan feliz, y ahora sí, lo soy.
No detendría lo que siento a velocidades extremas por segundos aunque pudiese una y mil veces. No quiero querer a nadie que no seas tú. No quiero, no puedo y no voy a hacerlo jamás.
Y es que...cuando se acepta el amor, sabes que no lo puedes negar, y no lo niego. Sería imposible intentarlo tal vez. Porque ya es parte de mi demostrarte lo que siento, cada parte de lo que soy es quererte.
¿Lo sientes tú también? Y si tu respuesta es un no, ni siquiera voy a sufrir. ¿Sabes porque? Porque al igual que una vez lo hice, si aún no me quisieses como yo lo hago, seguiría luchando por que así fuese. Una...otra y las veces que haga falta.
No dejaré de amarte, es verdad. Porque sé que mi destino es amarte así, y no cambiaría por nada en el mundo este sentimiento. Ni cambio tampoco la oportunidad de poder vivirlo contigo. Y lo acepto por siempre. No dejaré que nunca se aleje de mi corazón. Quiero hacer de una fecha la eternidad. Y esa eternidad será mi todo. Un todo que eres sólo tú...HASTA EL INFINITO.